
Una victoria…pero ¿a qué precio? ¡El Real Madrid derrota al Atlético al final!
El Real Madrid ha reservado su lugar en los cuartos de final de la Liga de Campeones después de una batalla épica contra el Atlético de Madrid. En un partido donde la tensión se sintió de principio a fin, los merengues finalmente ganaron en los penaltis (4-2), tras perder 1-0 en el tiempo reglamentario, igualando así en el global (2-2). Si la clasificación está ahí, se ha conseguido a costa de una ardua lucha y de numerosas polémicas.
Un Atlético agresivo y realista
Desde el inicio del partido, el Atlético sorprendió a todos abriendo el marcador en el primer minuto gracias a Conor Gallagher, que aprovechó un error defensivo del Madrid. El gol puso bajo presión al Real Madrid, obligando al equipo de Carlo Ancelotti a perseguir el marcador. Pese al progresivo dominio, los merengues no supieron encontrar la falta ante un sólido bloque defensivo.
El momento clave del partido llegó en la segunda parte, cuando Vinícius Júnior falló un penalti que pudo haber dado el empate al Real Madrid. Este fallo aumentó la intensidad del duelo, con el Atlético aferrándose a su ventaja y el Real Madrid redoblando sus esfuerzos para remontar.
Una tanda de penaltis de alta tensión
Después de 120 minutos de duro trabajo, el partido se decidió en los penaltis. En este ejercicio, el Real Madrid logró mantener la calma y se impuso por 4-2. Antonio Rüdiger marcó el penalti decisivo y clasificó a su equipo para los cuartos de final.
Sin embargo, esta sesión no estuvo exenta de polémica. El Atlético ha expresado su frustración por una polémica decisión arbitral, incluido un penalti anulado por el VAR a Julián Álvarez. Diego Simeone, furioso tras la eliminación, denunció una injusticia que, según él, le costó la clasificación a su equipo.
Una victoria que deja huella
Si el Real Madrid se clasifica, esta victoria habrá dejado huella. La intensidad del partido y la acumulación de encuentros agotaron a los madridistas. Carlo Ancelotti también insistió después del partido en la necesidad de tiempos de recuperación más largos, declarando que su equipo ya no jugaría con menos de 72 horas de descanso entre partidos.
Con esta clasificación mental, el Real Madrid continúa su sueño europeo. Pero después de semejante batalla, los Merengues tendrán que recuperarse rápidamente si esperan llegar aún más lejos en la competición.